Deborah Claire Procter (Cardiff, Gales, UK) es cantante, performer y artista de multimedios. Obtuvo su título de grado en el Teatro de la Universidad de Exeter y luego su Maestría en Artes en la Universidad de Gales, Cardiff. Sus obras han sido expuestas en numerosos y prestigiosos teatros y galerías como el Ferens (Hull, U.K.), Spacex (Exeter, U.K.), Hemsley (Madison, EEUU), y el Teatro de Museo (Madras, India).Trabajó con el Theatre Alibi, del Reino Unido y ha recibido formación y entrenamiento superior con la Asociación de Teatro Gardzienice de Polonia. El crítico de teatro David Adams (UK) describió su espectáculo de solo “Don’t Know” como "hermoso, extremadamente lírico y estrafalario." En 2005 recibió el Premio a la Creatividad que otorga su país. En 2004 recibió una beca de investigación en Artes (Wales Arts International) para visitar Argentina y comenzó a entrenar musicalmente con Oscar Edelstein (compositor) para ser la voz de diferentes creaciones músico- teatrales, como Insanas, dirigida por Silvia Pritz, Rivers and Mirrors y La Grilla Acústica, ambas de Edelstein.
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A la cantante Deborah Claire Procter, sólo cabe agradecerle por la oportunidad que brindó a la audiencia de redescubrir la singularidad incomparable e inimitable de la belleza de la voz humana. Su intervención (acaso por aproximarse a algo podría ligársela al scat o a la fonética onomatopéyica de ciertas tradiciones africanas) fue simplemente deslumbrante por la solvencia técnica en el registro y su versatilidad al intervenir en una obra que exige competencias superlativas para traducir el complejo mundo interior que expresa. CARLOS MARÍN, EL DIARIO
“La Grilla” no parece más orientada por una idea de futuro que por la de un pasado remotísimo, con sus instrumentos como el litófono, sus ruidos y sonidos de utensilios primitivos ( En el mundo oíd a la voz del cuchillo que hiere a la luna ) y ese extraño dialecto que se articula en la hermosa voz de Deborah Claire Procter y que parece bordear el lenguaje articulado, como ocurre a partir de Luna sangrando a Jackson Pollock , a pesar de que, por efecto del hormigueo casi figurativo de esos diminutos vocablos, más que con Pollock esa música del ENS parece conectar con ciertos paisajes del artista Eduardo Stupía. FEDERICO MONJEAU, CLARÍN